Equipaje liviano, organizado y seguro: tres pilares para garantizar unas vacaciones plenas, donde lo que resta es disfrutar.
Por María José Gindre
Salir de viaje siempre es un placer. Elegir
destino, conseguir hospedaje, reservar pasajes. Sin embargo, cuando todo esto
está listo y la partida se aproxima comienza la tarea, –bastante ardua para
algunos-, de preparar el equipaje.
Aunque una valija pueda ser sinónimo de
alejamiento de la rutina, cuando llega el momento de armarla muchas veces
invade la sensación de no llevar lo adecuado, cargarla por demás u olvidarse de
incluir elementos que resultan indispensables cuando se está lejos del hogar.
Para evitar que esto suceda, es preciso emprender el reto pensando que esas
merecidas vacaciones comienzan al abrir el armario y seleccionar lo que deberá
contener el bolso para esos días de placer.
Anticipación, planificación y precisión son
las palabras claves que ayudarán a conseguir que todo llegue en buen estado, no
olvidar lo imprescindible y cargar con lo suficiente. A continuación, algunos
consejos para lograrlo.
La
valija adecuada. Lo principal es que debe ser
segura, liviana y fácil de transportar. Con el fin de proteger la espalda y los
brazos lo mejor es que cuente con carro o ruedas, indispensable para atravesar
largas distancias en aeropuertos o terminales de colectivos. En cuanto al
equipaje de mano, los carry-on de tamaño permitido en las cabinas de los
aviones son una de las propuestas más prácticas. En general, en las aerolíneas
y para los boletos internacionales de clase económica permiten despachar dos
bultos de 23 kilos por persona. Para los vuelos dentro de Sudamérica el peso se
reduce a dos bultos pero que sumen el mismo peso en total. De todas maneras,
siempre es recomendable cerciorarse con la compañía de transporte sobre la
normativa que aplica para el equipaje con el fin de evitar cargos extra.
El
inventario. Considerando el clima y la cantidad de
días de vacaciones, antes de partir es conveniente realizar una lista con lo
necesario. Este segundo paso servirá para comprar lo que falte, buscar lo que
no se encuentre a mano y revisar que todo esté limpio. Una buena forma de
calcular las mudas de ropa interior es contemplando una por día, ya que si el viaje
se extiende más pueden lavarse. Para la playa, algunos básicos son: shorts,
pareos, pantalones cómodos y anchos y sweaters de hilo. En ausencias
prolongadas y con varias escalas conviene llevar más de una valija, sobre todo
cuando el itinerario incluye distintos climas.
El
espacio. Para comenzar se puede disponer sobre la
cama todo el contenido de la lista junto a varias bolsas de polietileno. Si se
tilda cada ítem anotado será más fácil no olvidarse nada importante. En pos de
ganar lugar, lo ideal es colocar primero remeras y camisas en el fondo. Es
aconsejable que la ropa doblada esté “cerrada”, es decir, abotonada y con el
cierre subido. Luego, el calzado, (optar por pares cómodos y de uso habitual).
Los cinturones y accesorios en los huecos sobrantes. Arriba pueden ubicarse los
pantalones y polleras, y para finalizar la ropa de cama, toallones y abrigos.
Los bolsillos servirán para la ropa interior, medias y trajes de baño.
El
cuidado. Para lograr que las camisas lleguen en
condiciones y sin arrugas deben enviarse a la tintorería en los días previos a
la salida y guardarlas tal como son devueltas: planchadas, dobladas y
embolsadas. Otra opción es enrollarlas prolijamente y organizarlas una al lado
de la otra armando hileras. Para evitar inconvenientes, los productos de
higiene deben ir en un neceser aparte y no dispersos por el interior del
equipaje.
La lavandería. En el 99% de los destinos turísticos los hospedajes cuentan con
lavandería. Esto es ideal para evitar cargar con toneladas de ropa. Aunque se
debe contemplar ese gasto, se ahorra en peso y en comodidad.
El
etiquetado. Para que el equipaje llegue al destino
correcto o sea localizado fácilmente en caso de que sea embarcado en otro
vuelo, hay que tirar las tarjetas de vuelos anteriores y poner una etiqueta
nueva con todos los datos del dueño
tanto dentro como fuera de la valija.
B-Lite
by Samsonite
Ahora, la habilidad de viajar cómodamente
por el mundo está al alcance gracias a B-Litie de Samsonite. Pesando 1 Kg . menos que sus
competidores, B-Lite ayuda a evitar los cargos de sobrepeso y a proteger la
espalda. El tamaño de cabina, Spinner, de cuatro ruedas, pesa tan sólo 2.5 Kg . Mientras que su
opción formato vertical cuenta con un increíble peso de 2.2 Kg . Esta temporada, su
diseño innovador se puede encontrar en tres colores: morado, azul y negro. Esta
línea llena de vitalidad es ideal para jóvenes y profesionales que pueden
disfrutar de un diseño fresco y moderno. Sus telas innovadoras y minimalistas
se desarrollaron teniendo en cuenta al viajero frecuente. La colección es
también duradera: B-Lite está reforzada con materiales ultraligeros que
mantienen su forma y calidad bajo cualquier circunstancia. Esta línea es
comercializada por Cecchini, distribuidor exclusivo de Samsonite, el líder
mundial en productos de viaje. Más información: Alto Rosario Shopping, Portal
Rosario Shopping, Córdoba 1433, San Martín 921, y Corrientes esquina Rioja.
Menos
es más
Cuando se viaja por pocos días conviene
llevar sólo un juego de shampoo,
acondicionador, jabón y dentífrico para toda la familia, envolviendo los
envases en bolsas para evitar derrames, inconveniente que suele ocurrir con
frecuencia en las cabinas de los aviones debido a la alta presión. Además, se
debe recordar que no está permitido el transporte de aerosoles, ni recipientes
con líquidos (como perfumes, gel, licores, cremas o productos de consistencia
semejante, como desodorantes en barra, lápiz labial, dentífrico, etc.). Sí se
puede transportar este tipo de productos en una bolsa transparente de máximo 1 litro , con sistema de
apertura y cierre que permita verificar su contenido.