jueves, 5 de julio de 2012

Nada mejor que un chocolate

Para quienes buscan el amor, para los que denigran las dietas, o para los que se enorgullecen de su estética y se esfuerzan por verse cada día más lind@s. Para los que dejaron atrás un mundo de prohibiciones, para los que se esmeran por tener un cuerpo saludable, o aquellas almas cocineras con una pizca gourmet, para todos y para todo. El chocolate deslumbra a la mayoría de las personas, y en esta nota sorprende por la variedad de usos que pueden encontrársele.


Una dulce relación con el chocolate

Desde el punto de vista de la medicina, los profesionales advierten que el hecho de comer mucho chocolate, en forma descontrolada o compulsiva, es nocivo para el cuerpo, y en general para la salud del organismo humano. Ya lo indica una frase común que corre por los pasillos de la sociedad: todo en exceso, es malo. Y el chocolate, mal que pese, no es la excepción. Para un equilibrado goce entre placer y salud, se recomienda una ingesta no mayor a 50 gs, algo asimilable a dos barras. De hecho, la revista European Heart ha dado a conocer entre sus notables publicaciones el hecho de que el consumo diario de chocolate en pequeñas dosis (una taza de chocolate caliente por día), podría hacer que disminuyan las posibilidades de sufrir problemas cardíacos en el orden del 40 por ciento, aunque en cantidades mayores, contrariamente, aumenta dichos riesgos. “Lo bueno, si breve, dos veces bueno.”
Dentro de las funciones que se le confieren al chocolate, una de las más divulgadas es que tiene propiedades que, al borde de lo afrodisíaco, hacen tener sensaciones similares a las de una relación sexual. Al parecer posee sustancias que favorecen el hecho de que se produzcan endorfinas en el cuerpo, y esto genera una sensación asimilable a la felicidad. En más de una oportunidad hace mención socialmente acerca de que actúa o bien como remplazo del sexo, aunque también hay quienes opinan que, además,  es lisa y llanamente remplazo del amor. Criterios divididos, y opiniones al margen, es inevitable cerrar los ojos de placer cada vez que ingerimos al menos un pedazo de cualquiera de sus variedades.

Una cascada de chocolate para la piel
Otra de las cuestiones que se avizoran en relación a los usos del derivado del cacao, es la que tiene que ver con el cuidado corporal. Nombrado de variadas formas, como chocolaterapia o simplemente chocolate de tratamiento antiestrés, hay lugares que se ocupan de brindar aplicaciones de cacao en el cuerpo, puesto que se ha detectado que contiene propiedades que alivianan las tensiones diarias. Se coloca una capa delgada de chocolate caliente sobre todo el cuerpo y se lo deja durante unos minutos para poder obtener un resultado óptimo que deje una sensación de alivio y relax y una piel con más elasticidad.
Claudia Gauna, titular del spa y centro de estética Cuerpo en Esencia, explicó los usos que hoy se hacen de la denominada chocolaterapia: “es una técnica que en general, reconforta el cuerpo, evita el envejecimiento de la piel, dejándola con un aspecto suave y tersa. Al mismo tiempo esta terapia actúa sobre el sistema nervioso, que sirve como antidepresivo, y para controlar las ansiedades, por lo que nos permite tratar como un todo el cuerpo y el espíritu, como una cosa integral”.
En cuanto a las características de este elemento en tratamientos terapéuticos, Gauna recalcó que “es hidratante, que retarda la aparición de grasas y que sirve como tratamiento complementario a otros. El chocolate que se utiliza para la estética corporal, es uno de tipo bien amargo, con una preparación previa formando una máscara que se aplica en el cuerpo, o en el rostro, dependiendo lo que quiera cada uno. Estos tratamientos corporales, se complementan con aromaterapia de chocolate que sirve para la relajación, ya que al trabajar directamente sobre la serotonina, hormona responsable directa de que la persona tenga sensaciones de felicidad, tranquilidad y relajación, hacen que el tratamiento sea completa”.
Pero el uso del chocolate no se limita a la estética corporal desde afuera, sino también sirve para complementar esa armonía interior que produce el deleite de un sabroso chocolate. Para eso, Lucía Amavet, titular de La petite pâtisserie Dulces Sensaciones, un emprendimiento que se encarga de satisfacer los paladares de la ciudad, explicó que “el chocolate se utiliza en todo momento del año, pero que ahora en el invierno, el consumo de chocolate aumenta, por el importante valor calórico que estos aportan al cuerpo, y porque a la hora de su degustación, la gente se muestra feliz. En general, el chocolate le gusta a todos, sin importar edades ni sexo. Sí buscar calidad, es decir, chocolates a base de mantecas de cacao y no de aceites vegetales”. En cuanto a La petite     pâtisserie Dulces Sensaciones, Lucía contó que “se trabaja en la pastelería artesanal, con elementos frescos y de calidad orientado a las mesas dulces”.


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Algunos usos medicinales
El cacao es reportado por ser antiséptico, diurético, anti-hemorrágico y parasiticida, el cacao es un remedio casero para alopecia (calvicie), quemaduras, tos, labios resecos, ojos irritados, fiebre, malaria, nefrosis, depresión anímica, dolores durante el embarazo y el parto, reumatismo, mordeduras de culebras, heridas en general.
El consumo de cacao mejora el ánimo gracias a que contiene una sustancia denominada teobramina, que induce la producción de beta- endorfinas. Estas hormonas son las responsables directas de las sensaciones de tranquilidad, relajación y felicidad. Un capricho para los sentidos.

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